La salud mental debe ocupar un lugar prioritario en la agenda política tras la pandemia de COVID-19.

Si bien la Salud Mental ha representado históricamente una fuente importante de invalidez y mortalidad en nuestro continente, al representar casi un tercio de todos los años vividos con una discapacidad. La pandemia aumentó los factores de riesgo de los problemas de salud mental, como el desempleo, la inseguridad económica, la pérdida y el duelo.

A pesar de los graves problemas de salud mental en la región la mayoría de quienes padecen una condición no reciben la atención que necesitan.

En 2020, más del 80 % de las personas con una enfermedad mental grave, incluida la psicosis no recibieron tratamiento.

El director de la OPS indicó que esta falta de acceso a la atención se debe a factores previos a la pandemia, entre ellos la escasa inversión económica en el área, sólo 3% de los presupuestos de los países se destina a los problemas de salud mental, hay escasez de personas expertas y el acceso es reducido para quienes viven en situaciones de vulnerabilidad.

Datos duros de la salud mental en América Latina

Un tercio de todos los años vividos con discapacidad se deben a enfermedades mentales, neurológicas, consumo de sustancias y suicidio.

  1. Los trastornos depresivos y de ansiedad son la tercera y cuarta causa de discapacidad.
  2. El alcohol es el responsable del 5.5 % de todas las muertes en las Américas
  3. América Latina es la segunda región con mayor consumo del alcohol del mundo.
  4. El suicidio se cobra la vida de casi 100.000 personas al año en la región.
  5. 8 de cada 10 personas con una enfermedad grave no reciben tratamiento.
  6. En 2020, durante la pandemia de covid-19 los trastornos depresivos graves aumentaron un 35 % y los trastornos de ansiedad un 32 %.
  7. El 65 % de los países informaron interrupciones en los servicios esenciales de salud mental y consumo de sustancias en 2020. Esta cifra ha disminuido al 15 % a principios de 2023.

INTRODUCCIÓN

Las tasas de trastornos que ya son comunes, como la depresión y la ansiedad aumentaron un 25 % durante el primer año de la pandemia sumándose a los casi 1000 millones de personas que sufren algún trastorno mental, aunado a la fragilidad de los sistemas de salud que deben atender estas necesidades.

De acuerdo con el Dr. Tedros Adhanom director general de la OMS:

La salud mental es mucho más que la ausencia de enfermedad: es una parte intrínseca de nuestra salud y bienestar individuales y colectivos.

El plan de acción de la OMS es del 2013 al 2030 y los objetivos son: transformar nuestras actitudes, acciones y enfoques para promover y proteger la salud mental, así como proporcionar cuidados y atención a quienes lo necesitan.