Baruch Spinoza: apóstol de la razón

Ámsterdam, Baruch (6) está muy triste pues su acaba de fallecer por tuberculosis. Su padre queda viudo con 5 hijos. Pertenecen a una respetable familia judía sefaradí que llegó huyendo de España y Portugal, donde los obligaban a convertirse al catolicismo o los mataban, Holanda les dio un espacio con respeto a su culto y apertura al comercio.

Baruch es el más inteligente de los hermanos, así que su padre lo considera como futuro rabino, lo confía al templo para que le den la educación necesaria: el Talmud, la Biblia, Filosofía, la Cábala e idiomas, habla y escribe 6 lenguas además de hebreo y latín.

Kunstmuseum Den Haag, Public domain, via Wikimedia Commons

En su Bar Mitzvah (13) afirmó que la historia bíblica de Adán y Eva le parecía una fábula… así iniciaron los cuestionamientos de Spinoza que lo llevaron a ser uno de los filósofos mas importantes de la historia de la humanidad.

Entre los 18 y los 22 años sufrió la muerte de su padre y de dos de sus hermanos, sumido en cuestionamientos desarrolla un pensamiento en el que cree que el mundo está regido por las leyes de la naturaleza, niega cualquier divinidad y la existencia de vida eterna, por estas ideas que no oculta a los 24 años le es aplicado el “Herem” (expulsión de la comunidad judía) en el nivel más alto, lo que significa “ser maldito para siempre y nunca volver a hablar con su familia ni con su congregación”.

Subsiste vendiendo lentes de aumento y desarrolla su filosofía llamada panteísmo: “en el mundo todo está operado de acuerdo con una ley natural” considera que si Dios es perfecto nunca tuvo forma humana y no pudo hacer un lugar con fuego para sus queridos hijos y quemarlos.

Afirma que la moral proveniente de la religión tiene un método de control de los hombres y que las relaciones con otros son las que determinan lo bueno y lo malo. Su libro mas importante es “La ética demostrada según el orden geométrico” en el que usa las aportaciones de René Descartes, dándole importancia al concepto de “Conato” por el que cada cuerpo es una realidad autónoma que está animada y nos lleva a permanecer en la existencia, cada cosa en la medida que dependa de sí misma “quiere seguir siendo”.

Lo social debe pensarse como un encuentro, entiende que cada hombre completa a los otros y es completado por otros.

Saberse finito da una exigencia ardua y cotidiana, no da espacio a los conceptos de culpa, odio y pecado.

Desde la psiquiatría Spinoza fue un individuo con una gran capacidad de sobreponerse ante las pérdidas (resiliencia) defendió con entereza sus puntos de vista y pidió a sus colegas que publicaran sus escritos a su muerte.

En 1956 David Ben-Gurión, fundador del estado israelí, reeditó sus obras y lo consideró el padre del Humanismo Judío y una lectura necesaria para su pueblo.

Falleció en 1677 de Tuberculosis a los 44 años.

Influyó a Freud, Nietzsche, Einstein y muchos otros pensadores.

En sus palabras: “La actividad mas importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre”